sábado, 30 de agosto de 2008

el libro del odio

Un único principio

donde llegamos al final

que no es deseado

pero si esperado

te debates toda la noche

hasta el inicio del día

salir... bajar al bar

olvidar las pegadizas canciones

que condensan tu sentimiento

evadirse de ellas

en el primer encierro de San Fermín

lejos ya del noctambulo sueño del que has sido presa

Locura de amor

Locura de amor

escribes sin sentido

y que expresar

con que fuerza

con que aliento

si desfallecido lo has dicho todo ya

entran las marujas al café

y te la imaginas así

dentro de cuarenta años

y ni ganas de fumar

y ni ganas de nada

salvo de comerle el coño

otra vez

después de 4 años y un suicidio

de penetrarla

a la luz de las velas

o de estrangularla y sacarle los ojos

amor, odio

odio, amor

si te la cruzas ni la reconoces

aunque ella si a tí

a sus amigas les dirá

mirad mi despojo

que hace versos

que yo rechazo

con poema

y sin gozo

y el gozo

de no gozar

al versificar

mejor dicho poemar

que se parece más a este penar

que ya no llora

pero ruge en mí

es el orgullo, el orgullo

que me corroe las entrañas

que me reconcome

es resquemor

es arder de lo quemado

que se esta

ardor de dolor

penuria

palpito

negra esperanza

no la vas a ver

no la vas a ver

admítelo

preerirías que estuviera muerta

muerta

y así localizada en un nicho

llorarías ante su tumba

pero en la tuya

retumbara tu macabro verso

que no hará brotar las lágrimas de tu amada

1 comentario:

mariarosa dijo...

Waaww...
He quedado sin palabras. Seguía cada verso, las palabras iban rápidas y cargadas de imágenes que brotaban de un corazón desolado.

mariarosa